EL CUENTO DEL AMOR Y LA LOCURA
Mario Benedetti
Cuentan que una vez se
reunieron en algún lugar de la
Tierra todos los sentimientos y cualidades de los seres
humanos.
Cuando el Aburrimiento
había bostezado por tercera vez, la
Locura , como siempre tan loca, les propuso: “¡Vamos a jugar
al escondite!”.
El Entusiasmo bailó
entusiasmado secundado por la
Euforia. La Alegría dio tantos saltos que terminó
convenciendo a la Duda ,
e incluso a la Apatía ,
a la que nunca le interesaba hacer nada.
Pero no todos querían
participar. La Verdad
prefirió no esconderse… ¿para qué? si al final siempre la hallaban. Y la Soberbia opinó que era un
juego muy tonto (en realidad lo que le molestaba era que la idea no hubiese
sido suya). Y la Cobardía
prefirió no arriesgarse.
“Uno, dos tres…”, comenzó
a contar la Locura.
La primera en esconderse
fue la Pereza. Como
siempre tan perezosa se dejó caer tras la primera piedra del camino. La Fe subió al cielo, y la Envidia se escondió tras
la sombra del Triunfo que, con su propio esfuerzo, había logrado subir a la
copa del árbol más alto. La
Generosidad casi no alcanzó a esconderse, cada sitio que
hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos. Que si un lago
cristalino para la Belleza ;
que si una hendida en un árbol, perfecto para la Timidez ; que si el vuelo
de una mariposa, lo mejor para la Voluptuosidad ; que si una ráfaga de viento,
magnífico para la Libertad ;…
Y así terminó por acurrucarse en un rayito de sol.
El Egoísmo, en cambio,
encontró un sitio muy bueno desde el principio: aireado, cómodo,… pero sólo
para él. La Mentira
se escondió en el fondo de los océanos (mentira, se escondió detrás del arco
iris). La Pasión
y el Deseo, en el centro de los volcanes. El Olvido,… se me olvidó dónde se
escondió el Olvido, pero eso no es lo más importante.
Un millón contó la Locura y comenzó a buscar.
La primera a la que
encontró fue la Pereza ,…
a sólo tres pasos detrás de unas piedras. Después se escuchó la Fe discutiendo con Dios sobre
Teología, y a la Pasión
y el Deseo los sintió vibrar en los volcanes. En un descuido encontró a la Envidia y, claro, pudo
deducir dónde estaba el Triunfo. Al Egoísmo no tuvo ni que buscarlo, él solo
salió disparado de su escondite, que había resultado ser un nido de avispas. De
tanto caminar sintió sed, y al acercarse al lago descubrió a la Belleza. Y con la Duda resultó más fácil
todavía, pues la encontró sentada en una cerca sin decidir aún dónde
esconderse.
Así fue encontrando a
todos. Al Talento entre la hierba fresca, a la Angustia en una oscura
cueva, a la Mentira
detrás del arco iris (mentira,… en el fondo del mar). Hasta el Olvido,… que ya
se había olvidado que estaba jugando a las escondidas.
Pero, sólo el Amor no
aparecía por ningún sitio.
Desde entonces, desde que
por primera vez se jugó en la
Tierra al escondite, el Amor es ciego,… y la Locura siempre lo acompaña.
tomado de la web
ADOREI AMIGA BESITOS
ResponderEliminarALI: CUANTA RAZON, PERO QUE HERMOSO ES EL AMOR, A PESAR DE LASESPINAS QUE DEBEMOS IR LIMANDO.....A TRAVES DE LOS AÑOS, LO LOGRAMOS, PERO TAMBIEN SE NOS VA LA VIDA TRATANDO DE LOGRARLO, NO IMPORTA, VALE LA PENA, BESOS DELIA
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