La soledad y la oscuridad de la noche no fueron obstáculo. Tampoco lo fué el hecho de sentirse obsevado, muy observado . A su piel desnuda no le importó. A sus hábiles dedos, mucho menos. Con delicadeza aparto cada límite superpuesto: nada amortiguaría su encuentro con el secreto oculto. Y la paciencia todo lo alcanza . Su desnudez y su secreto frente a frente. Dignidad y placer, tan real el uno como el otro. Dicen que un gemido rompió el silencio de la noche cuando rozó, definitivamente , el duro amorcito secretamente guardado....
Muy buenoooo!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarMuchas gracias ya no recordaba esto.Cariños
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